martes, 9 de septiembre de 2014

Expiación: Mi vida como NO Gamer






En muchos momentos de mi vida me ha tocado hablar con ñoños sobre videojuegos que nunca he experimentado y doy mi opinión sobre el tema para caer bien o simplemente mantener viva la conversación y aunque no sé nada igual hablo tal como un político habla de la sociedad (ríanse fue una broma) bueno  hoy diré la verdad, no soy gamer y por mucho que me gustaría tener la capacidad de perder el tiempo de mi vida enviciado en una realidad virtual y disfrutar cada segundo apasionado de explosión y gráficos computarizados, no me da la gana ni la constancia actualmente para mantenerme activo y pasar todo un fin de semana (o una semana) enfocado en un juego, por eso debo decir que todo lo que he aprendido de juegos es gracias a reseñas de revistas o páginas web dedicadas a eso, yo sólo absorbo los datos y después vomito lo que me han dicho, lo que he leído, lo que se ha rumoreado de tal o cual juego. Así me muevo en la selva...de los nerds, lo que en realidad no tiene sentido porque la experiencia de un juego es única y valerse de la opinión de terceros anula tu capacidad de conjugar realmente una opinión crítica basada en las cosas que realmente te gustan. No se me malentienda, a mi me gustan los videojuegos, pero he jugado muy pocos y en contrapartida tengo en mi cabeza una especie de base de datos sobre TANTOS que eso aminora la hora de juzgar  un juego, porque simplemente no conozco la experiencia, sólo se de datos igual a un robot que puede definir el amor, pero no sentirlo (AWW)


                                                       Los niños y su imaginación

A pesar de mi flojera por esforzarme en querer ser "el mejor gamer del mundo" debo decir que igual a veces trato de perder mi tiempo en esa pantalla de irrealidad y en unos pocos casos la he pasado bien. He tenido sólo dos consolas en mi vida, el súper nintendo y el nintendo 64. Para la primera sólo tuvo cuatro juegos, el Donkey Kong Country, un juego de Porky bastante aburrido, el Mickey Mania que sí disfrute mucho y otro de Bugs Bunny muy soso. En esa época tenía entre seis y ocho años, yo quería los juegos de verdad como el Mario o el sonic (ni tenía idea que el sonic no era de Nintendo) pero nunca encontraba el Mario o el Yoshi Island cuando me iban a comprar un nuevo juego, lo que sí hice muchas veces fue rentar videojuegos, principalmente el Donkey Kong Country 3 que me aburrí de intentar darlo vuelta y así como ese no recuerdo muchas experiencias agradables, me gustaba el Megaman X, pero jamás pude pasar una sola etapa así como el Battletoads que nunca pude dar vuelta por más que obligaba a mi papá a rentármelo en el videoclub que estaba en la esquina de Paicavi en ese entonces. En mi infantil afán de buscar títulos con colores llamativos y personajes en boga descarté otros que realmente eran excelentes y que mucho después conocí en pleno como el sangriento Mortal Kombat (que en todo caso me lo tenían prohibido) Killer Instinct o Star Fox. Por cierto todos los juegos que tuve sólo el Porky me di vuelta, el Donkey Kong me lo di vuelta muchos años después y "juegando" en un simulador de snes desde el computador (igual fue emocionante) 

                    De los mejores soundtrack que he escuchado y ni conozco el juego


Y en cuanto al 64, casi la misma historia, sólo tuve un juego el Didi Kong Racing que sí me di vuelta por mis propios medios (como en un año) pero jamás pude desbloquear al personaje del reloj, lo que me frustró y bueno me conseguía juegos prestados o rentados, el único que realmente me mantuvo con total absorbencia fue el Super Smash Bros que sí me di vuelta, pero nunca pude desbloquear a los personajes ocultos salvo Jiglipuff y eso no es mucho decir, todos los demás juegos que conseguí nunca pude pasar. Por ese tiempo me dio por coleccionar las revistas club nintendo (sólo por afán de coleccionista ya que tiempo después de dejar de ocupar mis consolas las seguí comprando)  y conocí muchos títulos interesantes que saboreaba por jugar, pero nunca pude, después pasó de moda el 64 y llego el gamecube, yo ya no jugaba con mis consolas y las tenía botadas ahí en medio de la nada. La revista club nintendo (o mintiendo) empezó a reseñar los juegos del gameboy advance y de la gamecube y yo aunque compraba los números que sacaban con cierto masoquismo -porque jamás me iban a comprar una de esas consolas- ya no me llamaba tanto la atención y simplemente leía porque no había nada más que hacer y aparte estaba más pegado con el anime, hoy en día muchas de esas revistas están en el baño de mi papá como material de lectura o quizás como sustituto del papel higiénico en caso de emergencia.


                                                 Busqué por cielo mar y tierra este número


Como he dicho para mí los video juegos que siempre llamaron mi atención eran aquellos que eran muy coloridos, con mucha plataforma y con personajes muy caricaturescos, era un afán infantil que debió desaparecer a los catorce años, pero no pasó, a mis catorce años para mí los videojuegos que valían la pena seguían siendo los de plataforma y eso me cerró la posibilidad de otras experiencias. Iba a los arcades de mi ciudad, pero básicamente jugaba el juego de Los Simpsons o el de las Tortugas Ninjas, hasta el día de hoy cuando puedo voy y los juego (solo o con mi novia, que se aburre cuando jugamos) pero nunca llegó más lejos de la tercera o cuarta etapa, algún día digo, me compraré como cien fichas y me pasaré toda la tarde jugando, pero después de estar veinte minutos adentro me empieza a doler la cabeza y me dan ganas de irme a la mierda, esa gente que se junta ahí, pienso, me da mala espina.



Y así, cada juego que he probado no he podido pasar, siempre digo que mis favoritos son los de plataforma, pero es porque no tengo paciencia para otras modalidades, soy lento y me cuesta acostumbrarme a los juegos de pelea (incluso en los Smash Bros que tanto llaman mi infantil atención) a veces trato de dármelas de intelectual y me propongo jugar Point and click como Grim Fandango o Sanitarium, pero tanto texto me indigesta, un tiempo jugué por mucho el Warcraft  y llegué a la parte en donde los héroes se convierten en zombis y ahí ya me aburrió, intente los juegos de rol como el Ragnarok, me aburrió, los juegos de shoter como el House of Dead (que es antiguo en realidad) eran imposibles de llevar porque mi computador ralentizaba mucho la imagen, no procesaba bien el juego aparte me daba miedo cuando salían los zombys. Un tiempo tuve un Game Boy y jugue el Pokemon Silver, no me lo pude dar vuelta, llegue a un punto en que no sabía cómo mierda avanzar, atormentado le preste el juego a  un compañero del colegio que en un sólo fin de semana se lo dio vuelta y me había conseguido a todos los pokemon y yo mostraba eso como si hubiese sido mi logro, no he vuelto a jugar pokemon excepto el pokemon adventure que me aburrió porque sólo era texto y texto, por cierto no me moleste en buscar más juegos de Game Boy. 


El último que me entretuvo fue Plants Vs Zombys. Lo pude dar vuelta y todo, un niño de cinco años lo haría también, ah y me gustaba Angry Birds In space, pero llegué a un punto en que ya no pude pasarlo. Hay otros juegos que me gustan, pero que siempre llego hasta cierta etapa y ya me vale gorra seguir intentándolo. El primer sonic de Sega, eartworm Jym de Súper Nintendo, el Super Mario 3 para Nes, el Super Mario World y el Yoshi Island para SNES, el Mario 64 y el Yoshi Story (mentira, ese sí me lo di vuelta, era fácil) Intente jugar el Final Fantasy, pero me aburren los RPG, aunque igual valoro su versatilidad técnica, intente jugar esos divertidos juegos tipo Sam Y Max, pero como no soy tan bueno con el ingles me aburrieron. He querido jugar el Conker Bad Fur Days, pero nunca lo he encontrado y filo tampoco me voy a desgastar haciéndolo, sin embargo, he leído tanto de él que pareciera que me acompañado de por vida (pequeño granuja) No me gustan los juegos de guerra salvo el Metal sludge que jamás llegué a dar vuelta, no me gusta el Metal Gear... (cualquiera de sus entregas) pero he leído tantas críticas que sé más o menos de que se trata y como se siente el jugador cuando lo experimenta. Nunca tuve capacidad para jugar SIMS o Age of Empire, menos para un Tetric. 


Tampoco me gusta probar juegos de realizadores independientes porque no quiero que llenen mi memoria en el computador, tengo uno que se llama Papers Please que después de un par de partidas no tiene gracia, nunca me daría la ganas instalar Battlefields o Minecraft o cualquiera de esas mierdas cuyos videos en youtube son más largos que una película de Einseinstein O David Lean. Tampoco he jugado Slenderman o cualquiera de esos juegos screamers, pero sé de que se tratan y sé cómo uno podría reaccionar ante ellos. Cuando chico me daba miedo jugar el Resident Evil y tampoco me gustaba la forma del Play Station, para mí era la versión pobre del nintendo y en mi clasismo infantil la veía inferior, ni hablar de la Dreamcast que solo ganaba puntos por su control con pantallita. No creo que juegue Silent Hill o Saw, pero me gusta aprender sobre ellos así como buscar juegos raros o curiosos, sólo por temas de conversación.


Sobre juegos de deportes ni lo intento, ningún FIFA o PES ha llamado mi atención siento que el fútbol sólo se disfruta cuando se juega de verdad, no me gustan los juegos de carreras de autos ni siquiera el Mario Kart (aunque el Mario Kart para la WII lo jugué una vez y me divirtió) sin embargo, sí el Didi Kong Racing porque tenía historia y eso llamaba mi atención (y colores y personajes graciosos) me gustan esos juegos de baile, pero me aburren después de un rato y soy muy descoordinado además. Me gustaba un juego de tenis que era para el computador, no recuerdo su nombre, el juego tenía la particularidad de que cuando lanzabas la pelota hacía el publico todos se corrían y a veces a alguien le llegaba el golpe, por eso me gustaba, es lo que más hacía. Me gustaba el crazy taxi y el Worm Armagedon, nunca jugué el GTA ni al Left 4 dead, no me interesa hacerlo.

   


Me di vuelta el juego para Game Boy Adavnce de Los simpsons, con ayuda de tutoriales, y uno de Kirby también para GBA por mis medios, pero jamás he podido pasar algún Zelda y esos sí que valen la pena. En resumidas cuentas si pasase más horas dedicadas a jugar que ha interiorizarme de juegos podría argumentas con ideas nuevas, frescas, ricas, vividas, pero ¿vale la pena jugar tanto si la pasión por eso no lo acompaña a uno? será mejor esperar el santo grial, de seguro llegará el juego a mi medida, no hay necesidad de desesperarse, creo que después de todo tengo una buena base jugabilistica.-

 

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